Ni una sola palabra pelicula
Brittany murphy
No digas una palabra es una película estadounidense de suspense de 2001 protagonizada por Michael Douglas, Brittany Murphy y Sean Bean y basada en la novela Don’t Say a Word de Andrew Klavan. Fue dirigida por Gary Fleder y escrita por Anthony Peckham y Patrick Smith Kelly.
Diez años después, en la víspera del Día de Acción de Gracias, el Dr. Nathan R. Conrad (Michael Douglas), destacado psiquiatra infantil de la práctica privada de Manhattan, es invitado por su amigo y antiguo colega, el Dr. Louis Sachs (Oliver Platt), a examinar a una joven «perturbada» llamada Elisabeth Burrows (Brittany Murphy) en el sanatorio estatal.
Tras salir de la cárcel el 4 de noviembre, Patrick y los restantes miembros de la banda irrumpen en un apartamento que da al de Nathan, donde éste vive con su mujer Aggie (Famke Janssen) y su hija Jessie (Skye McCole Bartusiak). Patrick le informa de que Elisabeth sólo finge estar loca para esconderse en la institución de esta banda que busca la gema. Esa noche, Patrick secuestra a Jessie para obligar a Nathan a obtener un número de seis dígitos de la memoria de Elisabeth. Cuando Nathan visita a Elisabeth, ella se muestra reacia al principio, pero más tarde se gana su confianza, especialmente cuando le revela que Jessie ha sido secuestrada y que la matarán si no consigue el número que quieren. Sachs admite a Nathan que la banda que secuestró a Jessie también secuestró a su novia para obligarle a conseguir el número de Elisabeth. Sachs recibe entonces la visita de la detective Sandra Cassidy (Jennifer Esposito) que le revela que su novia ha sido encontrada muerta. Mientras tanto, Aggie escucha la voz de Jessie y se da cuenta de que los secuestradores residen en el apartamento cercano. Los secuestradores envían a uno de ellos a matar a Aggie mientras los otros escapan con Jessie, pero Aggie le tiende una emboscada y lo mata.
Wikipedia
Don’t Say a Word es una película estadounidense de suspense de 2001 protagonizada por Michael Douglas, Brittany Murphy y Sean Bean y basada en la novela Don’t Say a Word de Andrew Klavan. Fue dirigida por Gary Fleder y escrita por Anthony Peckham y Patrick Smith Kelly.
Diez años después, en la víspera del Día de Acción de Gracias, el Dr. Nathan R. Conrad (Michael Douglas), destacado psiquiatra infantil de la práctica privada de Manhattan, es invitado por su amigo y antiguo colega, el Dr. Louis Sachs (Oliver Platt), a examinar a una joven «perturbada» llamada Elisabeth Burrows (Brittany Murphy) en el sanatorio estatal.
Tras salir de la cárcel el 4 de noviembre, Patrick y los restantes miembros de la banda irrumpen en un apartamento que da al de Nathan, donde éste vive con su mujer Aggie (Famke Janssen) y su hija Jessie (Skye McCole Bartusiak). Patrick le informa de que Elisabeth sólo finge estar loca para esconderse en la institución de esta banda que busca la gema. Esa noche, Patrick secuestra a Jessie para obligar a Nathan a obtener un número de seis dígitos de la memoria de Elisabeth. Cuando Nathan visita a Elisabeth, ella se muestra reacia al principio, pero más tarde se gana su confianza, especialmente cuando le revela que Jessie ha sido secuestrada y que la matarán si no consigue el número que quieren. Sachs admite a Nathan que la banda que secuestró a Jessie también secuestró a su novia para obligarle a conseguir el número de Elisabeth. Sachs recibe entonces la visita de la detective Sandra Cassidy (Jennifer Esposito) que le revela que su novia ha sido encontrada muerta. Mientras tanto, Aggie escucha la voz de Jessie y se da cuenta de que los secuestradores residen en el apartamento cercano. Los secuestradores envían a uno de ellos a matar a Aggie mientras los otros escapan con Jessie, pero Aggie le tiende una emboscada y lo mata.
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En la nueva película de Studio Ghibli, La tortuga roja, el hombre se enfrenta a la naturaleza y, sobre todo, el guionista al diálogo. En la fábula en 2D de Michael Dudok de Wit no se pronuncia ni una sola palabra y, por una vez, los aficionados al anime no tendrán que elegir entre proyecciones subtituladas o dobladas. En su lugar, el cuento animado -una tortuga gigante impide que un náufrago escape de una isla- complementa sus exquisitos efectos visuales con un escaso paisaje sonoro, y es mucho mejor por ello.
Como espectador, presta atención a cada cangrejo que corretea y al vaivén del océano; deja que la partitura meditativa inunde su mente y le transporte al entorno arenoso; puede que también le resulte más difícil ignorar a la persona que come palomitas en la fila de atrás, pero no se puede tener todo. Además, la evasiva narrativa permite dar rienda suelta a la imaginación. La película parece tocar las presiones familiares. Sin duda, trata de la naturaleza. Y si eres un enfermo que no entiende de metáforas, se trata de un tipo deshidratado haciéndolo con un reptil muerto. Pero sin diálogos expositivos, todo queda en manos de la interpretación.
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No digas una palabra es una película estadounidense de suspense de 2001 protagonizada por Michael Douglas, Brittany Murphy y Sean Bean y basada en la novela Don’t Say a Word de Andrew Klavan. Fue dirigida por Gary Fleder y escrita por Anthony Peckham y Patrick Smith Kelly.
Diez años después, en la víspera del Día de Acción de Gracias, el Dr. Nathan R. Conrad (Michael Douglas), destacado psiquiatra infantil de la práctica privada de Manhattan, es invitado por su amigo y antiguo colega, el Dr. Louis Sachs (Oliver Platt), a examinar a una joven «perturbada» llamada Elisabeth Burrows (Brittany Murphy) en el sanatorio estatal.
Tras salir de la cárcel el 4 de noviembre, Patrick y los restantes miembros de la banda irrumpen en un apartamento que da al de Nathan, donde éste vive con su mujer Aggie (Famke Janssen) y su hija Jessie (Skye McCole Bartusiak). Patrick le informa de que Elisabeth sólo finge estar loca para esconderse en la institución de esta banda que busca la gema. Esa noche, Patrick secuestra a Jessie para obligar a Nathan a obtener un número de seis dígitos de la memoria de Elisabeth. Cuando Nathan visita a Elisabeth, ella se muestra reacia al principio, pero más tarde se gana su confianza, especialmente cuando le revela que Jessie ha sido secuestrada y que la matarán si no consigue el número que quieren. Sachs admite a Nathan que la banda que secuestró a Jessie también secuestró a su novia para obligarle a conseguir el número de Elisabeth. Sachs recibe entonces la visita de la detective Sandra Cassidy (Jennifer Esposito) que le revela que su novia ha sido encontrada muerta. Mientras tanto, Aggie escucha la voz de Jessie y se da cuenta de que los secuestradores residen en el apartamento cercano. Los secuestradores envían a uno de ellos a matar a Aggie mientras los otros escapan con Jessie, pero Aggie le tiende una emboscada y lo mata.
